Los movimientos de derechos civiles Estadounidenses ocurrieron hace ya más de medio siglo
Para bien o para mal, en los EE.UU, hoy estamos muy lejos del lugar en el en que no encontrabamos en los años sesenta. Como resultado de estos cambios sociales y políticos, en las décadas que pasaron desde que ocurrieron esos cambios políticos y legales, la gente de raza blanca–pero particularmente los hombres blancos–se han visto perdiendo terreno frente a otros grupos demograficos. Poco a poco, los hombres blancos estadounidenses comenzaron a perder sus antiguos privilegios. Entonces, el hombre protestante anglosajón blanco (WASP por sus siglas en Ingles), que habían fundado la República de los Estados Unidos–y que habían gobernado el país de manera ininterrumpida hasta la década de los sesenta–descubrió que ahora tenía que compartir el poder con las mujeres y las minorías.
Con la aprobación de leyes como las de “acción afirmativa,” las leyes liberales de izquierda en asuntos familiares inclinadas a favor de las mujeres–y los otros muchos requisitos federales impuestos a los empleadores para crear “un entorno de igualdad de oportunidades”–los hombres blancos de los “80 comenzaron a darse cuenta de un hecho: Todos los demas grupos tenían una tarjeta legal y económica de defensa legal o privilegio especial, mientras que los hombres blancos no tenían ninguna.
Entonces, como cualquier observador imparcial puede ver hoy, durante las últimas 4 décadas, en la sociedad Americana se dan muchos casos en el que ha habido un proceso de creciente discriminación inversa en contra la nueva minoría constituida por el hombre blanco heterosexual.
Las nuevas realidades demográficas: los hombres blancos heterosexuales son una nueva minoría
La realidad estadística es que las mujeres representan el 51 por ciento de la población estadounidense. Aunque ellas son hoy mayoría en los EEUU, a las mujeres se les otorga el estatus de “minoría” en el sistema legal estadounidense. Pero la realidad es que todavía tienen la mayoría de los votos en las elecciones, por ende su voto es decisivo en las elecciones. Este hecho fundamental no debe pasarse por alto.
Los blancos, en su conjunto, representan solo el 60 por ciento de la población estadounidense total de 328 millones en 2021. El otro 40 por ciento de los estadounidenses, hoy en día, son parte de diferentes razas y minorías étnicas. De ese 60 por ciento de blancos, más de la mitad son mujeres. Ademas de el hecho de que la expectativa de vida de las mujeres supera en 7 anios a las del hombre en este pais, lo cual tiende a exacerbar esta situacion con el correr del tiempo.
Los hombres blancos hoy representan sólo el 31 por ciento de la población estadounidense. Como ersultado de esta nueva demografia, los hombres blancos son ampliamente superados en número en cualquier elección de los otros grupos juntos. Y su unica salide es que ellos creen coaliciones con otros grupos electorales, como lo hacen los demócratas.
Las “cuestiones de género” en los años ochenta se agregaron a la lista de grupos de intereses especiales que buscaban la igualdad y remediar sus situaciones desventajosas. Entonces, vemos que de este 31 por ciento de hombres blancos, entre el 5 y el 15 por ciento califican como hombres “gays.” Esto deja el número total de hombres blancos heterosexuales en un mero 24 por ciento de la población estadounidense total. Esta realidad numerica los convierte, al menos a sus ojos, en una minoría nueva y vulnerable.
“Son los números, estupido ”: el problema reside en la democracia
Dado que el sistema estadounidense reconoce que una persona cuenta como un voto–y cada individuo sin importar su género, raza, o etnia tiene derecho a votar en este país–las posibilidades de hombres blancos heterosexuales para recuperar su posición de control político en la sociedad estadounidense a través del voto es prácticamente nulo.
Esta realidad se evidencia en el hecho de que –de las últimas 8 elecciones, en términos de voto popular, 7 fueron ganadas por los demócratas y solo 1 por los republicanos (el partido de la WASP masculina). Sin embargo, los republicanos han estado en el cargo ejecutivo y legislativo por la misma cantidad de tiempo que los demócratas en este período gracias al arreglo del colegio electoral provisto en la constitución estadounidense.
Si el colegio electoral fuera eliminado en los Estados Unidos hoy, los republicanos tendrían que –o cambiar sus posturas políticas y crear nuevas alianzas –o resignarse a ser una minoría perenne con pocas posibilidades de ganar la presidencia de los Estados Unidos. Esta es una pespectiva nueva y aterradora para una gran cantidad de blancos en este país, particularmente para los hombres de esa raza.
Los cambios en el panorama social y legal desde la década de los sesenta
Desde la Ley de Derechos Civiles de 1964, cada grupo desfavorecido en Estados Unidos ha tenido más voz en asuntos políticos y legales en los Estados Unidos. Todos ellos han ganado más voz para reparar sus agravios y el resto de la sociedad los tiene cada vez más en cuenta. Estos grupos–a los que llamaré aquí Grupos Activistas de Interés Especial (GAIE; SIGPA por su sigla en Ingles)–eventualmente incluyeron las demandas de los miembros de las comunidades de Gays, Lestianas, Transexuales y Raros (LGBTQ por su sigla en Ingles). Estos reclamos en las dos ultimas decadas, perturbaron profundamente a los cristianos evangélicos de este país que se encuentran en las antípodas sociales e ideológicas de estos grupos.
La realidad es que, en la década de 1990, todos los demás groupos demogragficos lograron “una carta” a favor para jugar al momento de reclamar “discriminación” en el trabajo y los asuntos legales, excepto el hombre blanco heterosexual. Esto es asi, aun cuando señalar este hecho probablemente será criticado o negado por los pensadores liberales de izquierda, esta es la cruda realidad de la situación jurídica, social y política imperante en Estados Unidos desde hace medio siglo.
Pero, como ha pasado cada década desde la década de los sesenta, esta nueva “desigualdad inversa” en contra del varon blanco ha ido acompañada del hecho de que–debido a la inmigración en curso y al crecimiento de la población que favorece a las minorías sobre los blancos–la situación solo ha empeorado para esta nueva minoría estadounidense.
La reacción de la minoría de varones blancos ante la situación actual de desempoderamiento masculino
Desempoderamiento, o su percepción, no puede ocurrir sin aumentar la ira y el descontento en la gente en general. Este es aún más el caso cuando alguien alguna vez sintió que estaba en la cima del tótem politico y que ahora están armados hasta los dientes. Los blancos en general–pero particularmente el hombre blanco heterosexual WASP–sienten que “les han quitado su país”. Y esto es exactamente lo que Trump les dijo a sus seguidores para incitarlos a rebelarse cotra el resultado electoral del 20202 y lanzarse a “recuperar” lo que ellos perciben como”su” país.
La situación política de la minoría masculina blanca se ve agravada aún más por los cambios económicos del siglo pasado.
El hecho de que, a lo largo de los años, y mas a partir de la globalizacion desde los ’90, los EE. UU. se convirtieron en un exportador de trabajos de manufactura, comprando la mayoría de los productos terminados de China y el Lejano Oriente, llevó a la pérdida de los trabajos fabriles y manuales bien pagos del pasado. No es de extrañar entonces que el nivel de vida de estas nuevas generaciones de hombres blancos estadounidenses se haya literalmente desplomado. Más aún en las áreas geograficas ahora deprimidas que alguna vez constituyeron los estados estadounidenses llamaban el “Rust Belt Americano” (cinturón del óxido Norteamericano” que se refiere a las áreas industriales de los grandes lagos y del noreste del país ahora desmantelados por la globalizacion).
La fuente del atractivo de Trump es “Man-Appeal” (ser Seductor para los Hombres).
Es en este contexto socio-economico y politco en el que Donald Trump aparece con un discurso neonacionalista, chauvinista, de “retrocedamos el reloj hacia los ‘buenos viejos tiempos.” Él y su discurso aparecen en el lugar correcto en el momento correcto. Y lo peor es el hecho de que esta ideología reaccionaria se ha apoderado ahora peligrosamente del Partido Republicano. Esta posición extrema ha expresado los sentimientos suprimidos en la mente de millones de blancos norteamericanos. Por eso la ideología trumpista ha prendido en los Americanos varones blancos como el fuego en un pajar.
Este movimiento populista de extrema derecha ha seducido a muchos hombres blancos desilusionados, privados de sus derechos–y empobrecidos y por buenas razones. Aunque parezca extraño, esta narrativa incluso atrajo a las mujeres blancas de las clases media y alta que tradicionalmente votan por los republicanos durante las últimas elecciones.
Trump, como Hitler, Mussolini, y Lenin antes que él, llegó para decir publicamente lo que muchos estadounidenses blancos estaban pensando todo el tiempo, pero que callaban porque las presiones sociales de la “corrección política” no les permitían expresarlos públicamente. De esa manera, Trump se ha convertido hoy en “la voz del Hombre Blanco”.
La realidad política estadounidense actual y sus riesgos
No hay duda de que las últimas elecciones presidenciales las ganó Joe Biden. Esto a pesar de el alegato de fraude de Trump y de su afirmacion de que él había “ganado por muerte.” Pero, hasta que muera, el continuará afirmando, y les dirá a los que aún lo siguen, que “la elección fue ‘arreglada”’ y que le fue ‘robada’”.
Biden obtuvo 81 millones del voto popular y más de 300 votos del colegio electoral. Pero en términos de porcentajes de población total, su victoria electoral es relativamente marginal. El resultado de las elecciones de 2020 muestra que–a pesar de los graves errores cometidos por la administración anterior–como lo fue el mal manejo de la pandemia más devastadora en un siglo y la peor crisis económica desde la Gran Depresión–al menos 74 millones de estadounidenses piensan como Trump y todavía lo quieren.
Por estas razones, incluso si Trump se retirara de la política mañana, el trumpismo, o un movimiento populista blanco de derecha equivalente, ha llegado para quedarse. Y esta situación desestabilizadora para la democracia estadounidense seguirá presente hasta que esta minoría blanca acepte las nuevas realidades demográficas y acepte compartir el país con el Otro.
Al mismo tiempo, es menos probable que esta minoría blanca se recupere de esta idea de “volver al pasado mejor,” si los blancos continúan siendo empujados al límite por las demandas cada vez más estrictas del ala izquierda del partido democrático. Esto es así, ya que la mayor parte de la agenda de la izquierda radical en este país es considerada antitradicional, antiamericana–y anticristiana–por los conservadores y gran parte de los moderados de este país.
No es improbable entonces que, en este contexto político y social actual, Donald Trump se postule nuevamente para presidente. Y no sería sorprendente que–a pesar de todos sus ataques al sistema democrático estadounidense–él fuera elegido nuevamente en 2024. Si lo logra, tendrá su día: Esta será su “Marcha sobre Roma” el día de la inauguración.
Si te gustó o se benefició del contenido de este artículo, díselo a los demás dándole un “me gusta”. Como siempre, no dudes en hacer una pregunta o dejar un comentario. Si estás interesado en asuntos de salud mental, puedes inscribirte en este blog de forma gratuita. Conviértete en miembro de esta comunidad de lectores de forma gratuita. Ingresa tu dirección de correo electrónico a continuación después de presionar “me gusta”. Puedes obtener más información sobre mí y mi práctica haciendo clic aquí: www.drtpsychiatry .com
Espero verte en mi próxima publicación,
Hasta entonces,
Dr. T