Por Rodolfo A Trivisonno, MD
12/10/2020
Lo que nos ha hecho el COVID19
La pandemia de COVID19 ha estado causando estragos en nuestras vidas durante todo un año. Como resultado de esta pandemia del COVID 19, nuestras vidas se han puesto patas arriba de todas las formas imaginables. Nada ha sido igual desde enero de 2020; nada ha hecho nuestras vidas tan miserables como COVID19. Esta pandemia ha convertido al 2020 en uno de los peores años de la historia registrada, no solo para Estados Unidos, sino para el resto del mundo. Este es el motivo principal por el cual debemos vacunarnos cuanto antes.
Hasta la fecha, la pandemia de COVID19 ha matado a 297,173 estadounidenses. El mundo tiene ahora más de 69,5 millones de personas detectadas con la infección por COVID 19 y más de 1,5 millones de muertos. Latinoamérica lleva 14 millones de infectados detectados. Brasil y Argentina llevan la delantera, pasando la segunda el millón y medio de casos a pesar de haber instaurado la cuarentena más larga de cualquier otro país del mundo. Latinoamérica tiene el más alto grado de mortalidad por COVID19 del mundo.
Ahora mismo, el número de contagios detectados en los EEUU ronda los 16 millones. Tenemos más de 200 mil nuevos casos detectados al día durante más de un mes. Se calcula que, por cada caso detectado, existen al menos 6 casos no detectados en nuestras comunidades. Esto significa que unos 88 millones de personas de una población actual de 329 millones están infectadas.
En otras palabras, el 20 por ciento de los Americanos, ya sea que lo sepamos o no, portamos el virus COVID19 en nosotros en este momento. Esto significa que 1 de cada 5 personas que conoces están infectadas, tengan síntomas o no.
El problema al que nos enfrentamos ahora
Las autoridades de salud pública pronosticaron una segunda ola en el otoño después de la inicial. Pero esperaban que los números bajaran en el verano, lo que nunca sucedió. De hecho, los casos se estancaron en el verano. Luego, los EE. UU. sufrieron más casos de COVID 19 en noviembre que todos los demás países en todo el año. El número de personas infectadas en este país creció en más de 4 millones en solo un mes. En las últimas semanas, hemos tenido un número récord diario de infecciones, hospitalizaciones y muertes.
Cerca de 109 mil personas están ahora hospitalizadas por una infección grave por COVID19 en los EEUU. Como resultado, muchos sistemas de salud en nuestro país están ahora al borde del colapso. En términos prácticos, esto significa que algunos de ellos, en algunas zonas del país, están a punto de comenzar a rechazar pacientes por no tener suficientes camas o suficientes camas de cuidados intensivos (UTI).
En el hemisferio norte, se considera que, al final del invierno, el número de muertes se habrá duplicado si las vacunas no se utilizan de inmediato y en cantidades masivas en la población general. Para marzo, a la tasa actual de 200 mil nuevas infecciones por día, los EE. UU. tendrán más de medio millón de personas muertas por COVID 19, incluso con las campañas de vacunación implementadas, asumiendo que las personas estén de acuerdo en vacunarse.
Actualmente, solo el 60 por ciento de los estadounidenses dicen que tomarán la vacuna cuando esté disponible. Este número no es suficiente para lograr los números de inmunidad colectiva que son como mínimo del 70 por ciento o más. Si las personas, por cualquier motivo, no cumplen con las recomendaciones de vacunación, esas cifras pueden llegar a ser mucho mayores.
Lo que nos robó este virus
Esta pandemia no solo nos ha quitado la salud y la vida y la salud de nuestros seres queridos, sino que también ha erosionado nuestra seguridad personal y nacional. Esta pandemia ha causado la mayor depresión mundial desde la Gran Depresión de 1929. Ha dejado a un 20 por ciento de los estadounidenses sin trabajo, un porcentaje similar sin hogar–y 54 millones debajo del nivel de la pobreza. Esta pandemia ha llevado a la bancarrota a innumerables pequeñas empresas, industrias enteras, restaurantes, empresas de deportes y entretenimiento y lugares de culto. Asimismo, ha causado un agujero de un billón de dólares en nuestro ya enorme déficit del gobierno federal.
Y estos gastos ni siquiera comienzan a paliar el desastre creado por este enemigo invisible. Ahora se debe gastar otro billón de inmediato para mantenernos a flote durante el invierno y el Congreso no puede aceptar hacerlo antes de Navidad. Estos enormes gastos gubernamentales suponen una pesada carga financiera, no solo para nosotros, sino también para nuestros hijos y las generaciones futuras.
La única forma de salir de esta situación catastrófica es la vacunación universal.
Por todas las razones mencionadas anteriormente, es hora de cambiar el rumbo. Y la única forma de lograr este objetivo es a través de una campaña de vacunación masiva que debe ser aceptada por la gran mayoría de personas en Estados Unidos, por Latinoamérica y por el resto del mundo.
Esta campaña, por supuesto, debe ir acompañada de un estricto apego al distanciamiento social, medidas de higiene eficaces y el uso de mascarillas para toda la población. Estas otras medidas preventivas deben aplicarse incluso cuando las vacunas están en su lugar y ya se ha vacunado a un gran número de personas.
Breve historia de las vacunas
La primera vacuna fue desarrollada por Edward Jenner en Inglaterra a mediados del siglo 18. La historia cuenta que después de observar que la infección de la viruela vacuna parecía proteger a los humanos contra la viruela humana (que era una enfermedad muy grave, y a veces letal, que diezmó a la gente en su época), Jenner inoculó a un niño de ocho años con materia de viruela vacuna de una ampolla en la mano de una lechera inglesa. Jenner probo la vacuna contra la viruela exponiendo al niño al material de la viruela humana, pero el niño nunca se enfermó. Jenner había demostrado así la primera inmunización contra la viruela
La idea detrás del descubrimiento de Jenner era que al exponerse a una enfermedad menor como la viruela vacuna, el ser humano podría estar protegido (volverse “inmune”) a una enfermedad mucho más grave, como la viruela humana. Como resultado del trabajo de este pionero, la viruela fue finalmente erradicada en el siglo 20.
El origen de la palabra “vacunación”, como resultado, proviene de “vacuna”, que, como suena, a su vez, proviene del latín: “vaccinus”, de “vacca” “vaca”. El nombre de este método de prevención es nuestro homenaje al animal que permitió el primer proceso de inmunización artificial en humanos.
El avance de la ciencia actual
En los últimos tres siglos desde el descubrimiento de Jenner, nuestra ciencia ha avanzado enormemente. Esto es particularmente cierto en las últimas tres décadas con el desarrollo de modelos de enfermedades generados por computadora y técnicas de ingeniería genética en el desarrollo de vacunas. En el pasado, teníamos que usar virus muertos o virus atenuados (“simplificados” con radiación) para las vacunas. Ahora, eso es cosa del pasado.
Hoy en día, ya ni siquiera necesitamos inyectar el virus para vacunarnos. Como es el caso de las vacunas estadounidenses COVID19 de Pfizer y Moderna, ahora podemos replicar una pequeña parte de la información en el virus que forma los picos (ganchos) en la cápsula del virus. Estas pequeñas moléculas de “ARN mensajero” que crean los picos actúan como “antígenos” (promotores de la reacción de inmunidad que crea los anticuerpos del cuerpo). Entonces, ¡obtenemos los beneficios de las vacunas ahora sin ni siquiera estar infectados por un virus!
Esta es una información muy importante que las personas que están considerando la vacunación deben comprender. Estas vacunas no solo son seguras, sino que son más seguras que las desarrolladas en el pasado.
Por qué esta historia aquí
Es importante comprender por qué usamos vacunas y qué hacen. El “por qué” es simple:
1-Cuando recibimos una vacuna, asumimos un riesgo muy pequeño para prevenir un riesgo mayor o la muerte. Recuerda que en la vida ninguna intervención está completamente libre de riesgos. Cada acción humana–pero particularmente cada acto médico–se basa en una ecuación de costo-beneficio. No existe un medicamento activo que no tenga efectos secundarios. La pregunta es qué tan frecuentes, molestos y potencialmente graves son esos efectos secundarios.
2-La forma en que funcionan las vacunas es enseñando a nuestros cuerpos (entrenandolos) a combatir un microbio con anticipación para que cuando entremos en contacto con ellos nuestros cuerpos estén listos para enfrentarlos y vencerlos.
3-La sustancia inyectada como vacuna debe ser una molécula que sea de alguna manera similar al invasor pero que no pueda dañar nuestro organismo. La molécula inyectada permite “la práctica” de nuestro sistema inmunológico para el día de “la gran pelea” con el virus. Como dice el refrán español: “Una guerra avisada no mata soldados.”
4-Una vez que suficientes personas han desarrollado estos anticuerpos en sus cuerpos, que son las proteínas que neutralizan el virus, se alcanza la “inmunidad colectiva” (de rebaño) en la comunidad.
5- “Inmunidad colectiva” significa que el 70 por ciento de la población ha tenido la infección y se ha recuperado o ha sido vacunada y ahora es inmune a la infección; y si se expone al virus no desarrollará la enfermedad.
6-Una vez que se desarrolla la inmunidad colectiva en un número suficiente de personas, el virus no tiene adónde ir y finalmente se extingue.
7- Con un virus tan letal como el COVID 19, no podemos permitirnos alcanzar la inmunidad colectiva de forma natural porque matará a millones antes de que alcancemos esos números.
8-Nuestra única salida a esta pandemia es usar las vacunas en cantidades masivas.
Las principales preocupaciones sobre las actitudes de la gente hacia la vacunación
Me preocupa mucho ver que muchas personas están aterrorizadas ante la idea de vacunarse con la vacuna COVID19. Las razones de este miedo son múltiples. Quiero enfatizar que, incluso cuando este es un enemigo biológico al que nos enfrentamos, nuestra victoria sobre él depende de nuestra psicología. La victoria reside en nuestra disposición a seguir las recomendaciones de las autoridades de salud pública y de aceptar al pie de la letra los regímenes de vacunación que nos sugieran.
Ahora finalmente tenemos las herramientas para cambiar el rumbo y entrar al principio del fin de la pandemia.
pero ¿las vamos a utilizar y de manera oportuna? ¿Vamos a hacer con las vacunas lo que hicimos con las mascarillas? ¿Cuántas vidas más tenemos que perder antes de que comencemos a comportarnos racionalmente en los Estados Unidos?
¿Por qué la gente está tan recelosa de vacunarse?
Esta pandemia nos sobrevino a todos completamente de forma inesperada. Nunca, en nuestros sueños más locos esperábamos que nos sucediera una pandemia de esta dimensión en 2020. Entonces, reaccionamos con absoluta incredulidad. Nuestra incredulidad llevó a una negación inmediata en muchos. Y la negación llevó a teorías de conspiración.
Esta incredulidad se vio alimentada aún más por la actitud de nuestro presidente y su séquito que minimizó el riesgo que representaba este virus con fines políticos en un año de elecciones presidenciales. Como resultado de su actitud irresponsable, la pandemia de COVID19 se politizó innecesariamente en los Estados Unidos con trágicas consecuencias para la gente. Este error llevó a los Estados Unidos a convertirse en el país que sufre los peores efectos de esta pandemia en términos de número de infecciones y muertes.
Es importante tener en cuenta que las mismas personas que negaron la importancia de usar mascarillas y que retrasaron las recomendaciones para usarlas, ahora van a ser las mismas que rechazan las vacunas. Esta actitud no puede explicarse sino por la pura ignorancia. Este rechazo se basa en no comprender cómo funcionan las vacunas, en tener actitudes prejuiciosas infundadas y en campañas de desinformación montadas por personas con agendas oscuras cuyos motivos no pueden calificarse de otra manera como francamente psicóticos o asesinos.
El hecho de que se trata de una emergencia de salud pública y NO de un problema político o una conspiración masiva siempre debe tenerse en cuenta cuando se piensa en cómo proceder en esta situación.
El hecho de que la desconfianza de la gente en el gobierno, las instituciones, las corporaciones y los medios de comunicación haya crecido tanto en las últimas tres décadas no ayuda en absoluto en estas circunstancias.
Desde la llegada de la Internet y las redes sociales, vivimos en “un mundo feliz” de conspiraciones locas. Hoy en día, cualquiera puede conectarse en línea e iniciar un rumor que puede viralizarse y establecerse como una nueva teoría de la conspiración. Cuanto más grande sea la mentira, más gente la creerá. Y eso es exactamente lo que ha estado ocurriendo en estos últimos meses en nuestro país. Tanto desde la extrema derecha como desde la extrema izquierda, los conspirativos han seguido metiendole en la cabeza a la gente ideas ridículas – pero muy dañinas – sobre los riesgos de vacunarse.
El impacto de las drogas en el estado de paranoia generalizado en los EE. UU.
El consumo de marihuana, así como el uso de estimulantes como las metanfetaminas y el Adderall se ha generalizado en los EE. UU. en las últimas tres décadas. El uso de estas drogas ha contribuido en gran medida a un aumento de la ideación paranoica en millones de estadounidenses. En mi opinión, el uso generalizado de marihuana y estimulantes, en el contexto de desconfianza, politización excesiva–y división política y racial– contribuyen a que las personas acepten las teorías más extravagantes sobre los posibles efectos dañinos de las vacunas COVID19, y sobre los motivos por los que supuestamente se están produciendo.
En el contexto actual de aislamiento social–y de comunicación que se lleva a cabo a través de las redes sociales–los “creadores de tendencias” son fuerzas poderosas para generar desconfianza en un gran número de gente. Estos terroristas socavan cualquier esfuerzo realizado por nuestro gobierno para combatir el COVID19 de manera efectiva.
De todas esas medidas de salud pública, las más resistidas hasta ahora por los estadounidenses han sido el distanciamiento social y el uso de máscaras. El desafío para las personas en Estados Unidos, a partir de ahora, será aceptar la vacuna del COVID19 en cantidades masivas. Y hacerlo en los números necesarios para vencer al COVID19 de una vez por todas.
Los obstáculos que enfrentamos para que la gente acepte la vacunación
1 Hay gente por ahí, que se hacen pasar por expertos, afirmando que el gobierno está “confabulado” con Bill Gates. Ellos supuestamente tendrían “la intención de insertar un ‘microchip’ biológico en los sistemas de las personas” para rastrearlas “y controlarlas desde allí” a través de la vacuna del COVID19.
2 Otros temen las vacunas COVID19 con el argumento de que “no pueden ser seguras ni estar bien probadas, ya que tuvieron que desarrollarse con tanta prisa.” Pero estas personas olvidan que nunca hemos tenido una pandemia de esta dimensión en el año 2020 con la tecnologías del siglo 21. Y asimismo que nunca se han invertido miles de millones de dólares por parte de todos los gobiernos del mundo para encontrar una solución inmediata al problema, todo al mismo tiempo.
3 Sin embargo, otros han estado en contra de las vacunas durante muchos años. Estos grupos antivacunas están sobrerrepresentados por los grupos religiosos extremistas de un lado–y por algunos grupos de extrema izquierda–del otro lado del espectro político. Las ideas ficticias que estos grupos difunden ahora están afectando a una amplia gama de personas en la corriente principal con sus aterradoras afirmaciones sobre las vacunas. Por años, estos grupos han atribuido a las vacunas los efectos secundarios más dispares y dañinos a las vacunas que van desde causar TDAH, autismo y retraso mental.
4 Durante años, estos grupos antivacunas han sido inflexibles sobre su postura contra las vacunas. Han llegado al extremo de no vacunar a sus hijos en absoluto, poniéndolos en riesgo de una miríada de enfermedades y poniendo también a otros niños en riesgo indirecto. No solo se han negado a darles las vacunas regulares, sino que también se opondrán a considerar el COVID19 ahora.
Ninguna cantidad de datos científicos y estudios serios —o educación de salud pública, para el caso— que refuten estas afirmaciones infundadas han podido convencer a estas personas de la seguridad de las vacunas y de la importancia de vacunar a sus hijos.
Ahora estamos luchando contra dos virus al mismo tiempo en Estados Unidos: el COVID19 y la Ignorancia
La lucha contra este virus y sus consecuencias es bastante difícil desde el punto de vista médico y de salud pública. Pero la verdadera batalla contra COVID se librará y ganará en nuestras mentes. Ahora tenemos las herramientas efectivas para ganar. Hay 6 vacunas ya terminadas en todo el mundo y otras 66 en proceso. Los más importantes para nosotros aquí en los EE. UU. son las de Pfizer-Bion-Tech y las Moderna desarrolladas en los EE. UU.
El día 10 de Diciembre, la FDA aprobó la vacuna de Pfizer en los EE.UU. La campaña de vacunación está comenzando ahora mismo para el personal de atención médica y los de primeros auxilios. Luego seguirán las personas mayores en instituciones y grupos de mayor riesgo. En los próximos meses, las vacunas estarán disponibles para los mayores de 65 años; y finalmente, alrededor de marzo o abril para la población en general.
Ten en cuenta estos consejos a medida que vayas a vacunarte, que te recomiendo que tomes tan pronto como estén disponibles para tu grupo de riesgo:
· Estas vacunas se han probado en más de 45 mil personas ahora.
· Nadie murió por recibir estas vacunas.
· Nadie tuvo reacciones graves a estas vacunas excepto un par de personas que presentaron reacciones alérgicas agudas.
· Las reacciones alérgicas pueden ocurrir con cualquier vacuna o medicamento. Si las personas tienen antecedentes de alergias a las vacunas, deben consultar con su proveedor médico antes de proceder a recibir la dosis de la vacuna.
· Para la mayoría de las personas, los efectos secundarios ocurren en menos del 5 por ciento de las personas que toman la vacuna. Los efectos secundarios son leves.
· Hubo efectos secundarios temporales que generalmente se esperan con la mayoría de las vacunas.
Los efectos secundarios mas comunes fueron:
· Dolor en el lugar de la inyección
· Fatiga
· Dolores de cabeza
· Los efectos secundarios no son comunes, excepto un poco de dolor en el lugar de la inyección. En promedio, el 10 por ciento de las personas pueden experimentar efectos secundarios menores que desaparecen en tres días.
· Estas vacunas parecen tener el mismo perfil de seguridad y efectos secundarios que otras ya bien probadas que ya están en el mercado y que se han utilizado durante años para el tratamiento de la gripe (influenza).
· No hay ningún “chip” en las vacunas ni hay forma alguna en la que alguien pueda manipularte de forma remota.
· No hay “enfermedades extrañas” adjuntas a la vacuna. Todo lo que hay si te vacunas es que disminuirás en un 90 por ciento las posibilidades de contraer la infección por COVID19 y si te infectas, probablemente desarrollarás una forma menor no mortal de la enfermedad.
· Al vacunarte, no solo te protegerás a tí mismo, sino también a quienes te rodean en tu hogar, en tu grupo familiar y en tu comunidad.
· La guinda del pastel es que si todos lo hacemos, alcanzaremos la inmunidad colectiva en los próximos meses y podremos celebrar nuestras fiestas como en los viejos tiempos en 2021.
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y que tengas unas Felices Fiestas de fin de Año
El Dr. T