Odio y división en Estados Unidos: por qué el Trumpismo está aquí para quedarse
América hoy está más dividida que nunca en la historia desde la Guerra Civil de Secesión. Las razones de esta división ideológica, sin embargo, no son muy diferentes hoy de lo que eran hace 150 años. Para decirlo de manera sucinta, las raíces de esta virulencia y división social residen en los temas que siempre aquejaron a los estadounidenses: El racismo, un doble standard en la aplicación de la ley–y la desigualdad política y económica. Estos factores en el entorno político actual son extremadamente similares a los anios antes de la guerra civil Americana.
Los conflictos centrales en la sociedad estadounidense siempre han sido los mismos. Ellos son “el pecado original” fundacional de América desde su fundación en 1776 al no haber cumplido el dictamen de su declaracion de Independencia que dice que “Todos los Hombres son Iguales” y haber mantenido vigente la esclavitud.
Los problemas Americanos son hoy los mismos de entonces: El Racismo, la supremacía blanca, la opresión de las minorías, la fanática ideología y la desigualdad económica. Como es sabido, estos asuntos llevaron a este país a una guerra civil a mediados del siglo XIX. Pero, no nos olvidemos del hecho de que Estados Unidos fue la última de las naciones civilizadas occidentales en abandonar la esclavitud como práctica socialmente aceptada.
El tema de la esclavitud, basado en las nociones de supremacía blanca, explotación humana y racismo, ha sido una ideologia divisiva y arraigada en partes de la sociedad estadounidense desde su fundación. Luego de un siglo de la independencia de Gran Bretaña, este tema irresuelto llevo a que los estados del sur se separaran de la Unión por esta cuestion.
Esta secesión llevó al país a una guerra civil devastadora que duró más de 4 años. Por el intento de mantenimiento de la esclavitud la guerra de secesion Americana costó más vidas estadounidenses que todas las otras guerras en las que Estados Unidos estuvo involucrado en toda su historia.
La situación creada por el segundo juicio político de Trump
Cuando me enteré de los resultados del el proceso de destitución (impeachment) el otro día, me quedé atónito al escuchar que el ex presidente Trump fue absuelto una vez más. ¡Esto significa que en realidad él fue absuelto por los mismos senadores estadounidenses cuyas vidas fueron puestas en peligro por una turba enfurecida y que estuvieron sitiados en el congreso hace apenas un mes! Este hecho hace que Trump sea realmente único: El el único presidente estadounidense que ha sido acusado por el congreso dos veces y absuelto dos veces.
Las motivos de los juicios políticos a Trump
Los dos motivos de impeachment (juicio politico) a Trump fueron muy graves para el mantenimiento de la estabilidad del sistema democrático estadounidense. El primer juicio político hace dos años fue el resultado de que el ex presidente se valió de la ayuda extranjera (aunque parezca increíble, rusa) para ganar las elecciones. Mientras que el juicio político más reciente fue mucho más serio. La acusación del congreso Norteamericano a su ex presidente por “sedición” esta vez se originó en el hecho que el presidente incitó a una turba de 6 enero del2021 para llevar a cabo un violento golpe de Estado con el fin de revertir un resultado electoral desfavorable para el.
Debido a que ha sido absuelto nuevamente, Trump ya se aprovecha de la situación para su propio beneficio político. Él transforma estos esfuerzos de juicio político en un punto a su favor al afirmar que “los demócratas están tratando de ponerle una trampa.” El, sin duda, insistirá en que este juicio se inició sobre a causa de que él “es una “víctima de una maligna caza de brujas orquestada por la izquierda.” Además, su reciente absolución servirá para reforzar su imagen de víctima política. Esta absolución apuntalará aun mas su “fuerza moral” y reafirmará su aura de invencibilidad política a los ojos de sus fanáticos.
Después de esta absolución–y a partir de este momento–Trump puede hacer lo que quiera y saber que puede salirse con la suya. Su partido, de una manera obsecuente sin precedentes, seguirá los deseos de su líder a cualquier precio. Esto nos recuerda la absolución de Hitler luego de su intento golpista de Munich en los 1920s que luego unos pocos anios mas tarde lo llevarían al poder reforzando su imagen de “mártir” ante el pueblo Alemán.
El significado del juicio político fallido para el futuro de la democracia Norteamericana
Los estadounidenses siempre han dado por garantizado su sistema democratico. Este es un gran error. La razón de esta actitud es que los Americanos nunca han tenido serios desafíos a su sistema democrático desde que terminó la Guerra Civil en 1864. Es un gran error que las generaciones más jóvenes crean que–debido a que hubo 250 años de gobierno democrático ininterrumpido en esta parte del mundo–la democracia está asegurada permanentemente aquí.
Estas dos situaciones de juicio político son una prueba más de estas afirmaciones y de lo frágil que es la democracia estadounidense hoy día. Estos dos acciones de un presidente estadounidense electo no podrían ser más amenazadores para el proceso democrático estadounidense. Ambos intentaron–contra la voluntad del pueblo estadounidense–los resultados de elecciones libres. Y aun peor por el hecho de que la segunda situación sucedió durante la pandemia de COVID-19, la mas grave en un siglo. Por lo tanto, no se equivoquen, la democracia en Estados Unidos en el siglo XXI ya no está garantizada.
Las dos justicias prevalentes en los EE. UU hoy
Cualquier ciudadano estadounidense habría sido condenado sin más y de inmediato por estas acciones sediciosas en ambas circunstancias. Pero no Trump. El es, por el momento, “un intocable”. Trump es hoy demasiado poderoso para estar bajo la misma justicia de la que están todos sus conciudadanos. Lo ocurrido con Trump hoy trae a la memoria la actitud del gobierno americano durante la crisis del 2008: el “demasiado grande para fallar” cuando el gobierno federal tenía que elegir si salvar a las grandes corporaciones o al ciudadano común que no podían pagar sus hipotecas.
Es evidente para cualquier observador imparcial que este ex presidente estadounidense, con sus discursos y actitudes incendiarias, incitó a la insurrección provocando una situación nunca antes vista en este país. Irónicamente, esto sucede en pleno siglo XXI en el país que es considerado mundialmente como “el líder del mundo libre” y que es la “cuna de la democracia moderna”.
Esta absolución sólo puede significar una cosa, los 47 senadores republicanos que votaron en contra de condenarlo por su incitación a la violencia contra el Capitolio de los Estados Unidos han demostrado claramente una cosa: Ellos se preocupan más por ellos mismos –y sus carreras políticas inmediatas –que por la permanencia del sistema democrático en América.
Esta acción suya no dejará de tener consecuencias como precedente para futuros aspirantes a ser líderes tiránicos tratando de monopolizar el poder en los EE.UU. Esta decisión también demuestra dónde se encuentra este país ideológicamente en este momento: Es una prueba fehaciente de que el pueblo de los Estados Unidos está dividido por la mitad en posiciones irreconciliables.
Las dos Américas del siglo XXI
Por un lado ahora vemos una minoría conservadora que se ha vuelto cada vez más radicalizada, cada vez más enojada e intolerante con la disidencia y la diversidad. Por el otro, una mayoría marginal, representada por el Partido Demócrata, que tiene en sus filas un ala izquierda activista que continúa desafiando el status quo de los valores y leyes estadounidenses tradicionales para inclinarlas mas y mas a su favor.
En medio de estos grupos ideológicos extremos, representados por los fascistas por un lado y los grupos de Antifa (antifascistas) por el otro, estamos el resto de nosotros, la “mayoría silenciosa” de los moderados estadounidenses. Mientras tanto, nosotros somos testigos de cómo nuestro sistema democrático se derrumba en sus propios cimientos ante nuestros ojos sin nada que podamos hacer para detenerlo.
El deterioro del sistema democrático estadounidense en el siglo XXI
Este tipo de inestabilidad política, de violencia de masas–y el intento de autogolpe-es verdaderamente una típica saga de las repúblicas bananeras y es un fenómeno sin precedentes en la política estadounidense. Habiendo crecido en Argentina, a menudo presencié este tipo de situaciones golpistas en ese país. ¡Pero nunca en mis sueños más remotos pensé que este tipo de cosas podrían suceder aquí en los Estados Unidos!
Este episodio nos da una idea de lo bajo que ha ido el sistema político de los EE.UU desde principios de este siglo. Los acontecimientos de los últimos 4 años hacen que los EE.UU se parezcan cada vez más a sus repúblicas hermanas al sur del Río Grande. Y es prueba contundente de cuán profundo es el rencor de las concepciones sociales opuestas en la sociedad Americana actual. Esto ejemplifica cuán acendradas son las posiciones racistas y las divisiones políticas y económicas en este país en la década de los 2020.
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Espero verte en mi próxima publicación,
Hasta entonces,
Dr. T