Vampiros y Narcisistas: lo que tienen en común
Los vampiros son el prototipo más conspicuo del personaje narcisista. Ellos son los mejores representantes de “los narcisistas malignos” de la vida real tal como lo entendemos hoy en psicología. El narcisista, como hemos visto en artículos anteriores, ejerce una inmensa atracción sobre sus víctimas, tal como lo hacen los vampiros. De ahi el peligro para sus victimas: su intensa seduccion.
Entre los vampiros, hay uno que destaca más que ninguno: Drácula. Drácula es el epítome del narcisista maligno. El Conde es el Vampiro Supremo, el mismo Diablo encarnado. De hecho, la palabra “Drácula” significa “Dragón” además de “Diablo“.
El origen del diablo como un “ángel caído”
La historia del diablo en el judeocristianismo se refiere a “un ángel caído”. Segun el relato biblico este ángel era conocido en los Cielos antes de la creación del hombre, como Luzbel, “el Dador de Luz”. Este nombre hebreo se latinizó luego como “Lucifer,” que tiene el mismo significado.
En la mitología pagana, Lucifer era el nombre que se le daba al planeta Venus, que es el lucero matutino. Venus, (la diosa del Amor en el mundo Romano) estaba asociado con la idea de “la estrella caída” o Luci-fer. Esto era a causa del hecho de que el planeta aparecía como una estrella brillante sobre el horizonte por la mañana dando la impresión de que “caía” en el horizonte.
La Biblia hebrea (el Viejo Testamento) llamó a Lucifer “Satanás” (que es la palabra hebrea para denominar “ el enemigo ”o“ el que se opone ”). Lucifer pasó asi a ser el nombre asignado a Satanás “el Príncipe del Mal”. Paradójicamente, el “Ángel de la Luz” más hermoso se convirtió en el Maximo Demonio, o “el Príncipe de este mundo” según las palabras de Jesús en el Evangelio. Así es como Lucifer, “el ángel caído,” se convirtió en Satanás, “el Opositor”, “el Enemigo“, el líder máximo de los Demonios.
Los ángeles que se rebelaron y siguieron a Lucifer en su rebelión contra Dios fueron desde entonces conocidos como “demonios”. Lo interesante de esta historia bíblica es que conecta el Mal Máximo con el Narcisismo Máximo. La palabra “Lucifer” significa literalmente “el Resplandeciente”. La luz brilla; y es sabido que las cosas que “brillan” cautivan nuestra atención. Ellas tienen “brillantez” por así decirlo lo que las embellecen. Reponden a el dicho; “La luz lo embellece todo.” Los objetos iluminados se tornan más deseables. En lenguaje psicoanalitico se habla de objetos que tienen “brillo falico.”
Este hecho de la historia bíblica es realmente irónico ya que el Diablo (Satanás) es llamado–al igual que Drácula–“El Príncipe de las Tinieblas”. Entonces, el Ser más brillante, el más hermoso en los Cielos, se convirtió en el Ser más oscuro y abominable del Infierno, “el Padre de todas las mentiras y del Mal”: el mismo Diablo.
Cómo pasamos de “El ángel de la luz” (Luzbel / Lucifer) a “El príncipe de las tinieblas” (Satanás / el diablo)
Las historias bíblicas y la tradición judeocristiana describen a Luzbel como la más bella, poderosa, y brillante de las ángeles en el cielo que existían antes de la creación del hombre. En otras palabras, Luzbel era el narcisista del cielo. Se le describe como “el favorito de Dios” (que es el sello del niño narcisista que suele ser el favorito de su madre) antes de su caída. Pero, tanta belleza, poder, e inteligencia se le subieron a la cabeza y lo llevaron a su ruina.
En su narcisismo desenfrenado, Lucifer quería ser adorado como Dios. No solo quería ser “especial,” sino que él aspiraba a hacerse igual a Dios, es decir, a ser un Dios. Su mayor deseo era “tomar el lugar de Dios” y ser “adorado” como el Creador.
Para lograr esta adoración, condenó las verdades de Dios. Se opuso a ellas y esparcio mentiras acusando a Dios mismo de mentir. En el proceso, incitó a una rebelión de ángeles en el cielo contra Dios difundiendo distorsiones y promoviendo la oposición contra el gobierno de Dios.
Cómo Satanás se involucró con los humanos
La historia cuenta que después de la creación del hombre, Luzbel se negó a inclinarse ante la creación de Dios. Una vez más, en su orgullo narcisista, se negó a inclinarse ante las criaturas que él consideraba inferiores y desobedeció el mandamiento de Dios de dejar de lado su orgullo y hacerlo.
Como resultado de esta rebelion, Lucifer fue castigado. Dios lo castiga por su arrogancia y su actitud despreciativa hacia la humanidad. Lucifer es castigado por su oposición narcisista contra Dios y sus mandamientos.
Como vemos, a partir de ese momento, Lucifer se convierte en “el hijo rebelde de Dios” (el hijo descarriado). Él es el tipico niño que fue tan malcriado que se olvidó de que era solo una creación mas–y no el Creador mismo. Como castigo fue desterrado de los cielos y de la presencia de Dios. Pero se le permitió bajar a la tierra porque él desafió a Dios y a su creación.
El desafío de Lucifer a Dios fue este: “Estos humanos que creaste se apartarán de ti y desobedecerán tus mandamientos. Ellos te darán la espalda y en su lugar me adorarán a Mi.” (Esto, por cierto, es una reedición de lo que ya había hecho con los ángeles en los Cielos antes de la creación del Hombre).
La tentacion del Adan y Eva
Según el Antiguo Testamento, Satanás apareció en el paraíso en forma de serpiente y tentó a Eva para que primero comiera “el fruto prohibido” del “árbol del conocimiento del bien y del mal”. Cuando la serpiente le sugirió que probara el fruto prohibido, ella respondió que “Dios les dijo que no lo hicieran”. La serpiente luego continúo su tentación diciéndole que “la verdadera razón” por la que Dios no quiere que lo prueben es porque, si lo hacen, “llegarán a ser como Dios”.
Vemos claramente como la tentación del diablo en esta historia se basa en el encanto del mas grande deseo narcisista. El diablo les ofrece a los humanos la tentación de Conocimiento y Poder Supremo. La promesa es de un narcisismo completo, una grandiosidad suprema. Supuestamente, la adquisición de este conocimiento abarcador le daría a los humanos la plenitud que les permitirá ser adorados tal como lo es Dios.
Una vez más, Satanás logró dos cosas en este astuto movimiento. Echó a perder la creación de Dios que él despreciaba al vengarse de ellos y se vengo de Dios por su castigo y su destierro de los Cielos. Lucifer logró esta hazaña difundiendo “una gran mentira” (Aclaro que cualquier parecido con figuras políticas actuales es sólo producto del azar). Y este evento provocó la llamada “Caída” descrita en el libro del Génesis. Entonces, a partir de ese momento, no solo tenemos “ángeles caídos” sino “humanos caídos”. De ahí la idea del “pecado original.”
Entonces, ¿cuál fue este “pecado original” del que nos habla la Biblia entonces?
La respuesta es simple: El narcisismo maligno oposiciónal. Esto es lo que en el cristianismo se llama “el pecado original“.
Históricamente, este “pecado” a menudo ha sido malinterpretado como el producto de Adán y Eva teniendo relaciones sexuales. Entonces, “la tentación” habría sido “sexual” y el problema humano último sería “la lujuria.” Esta es una interpretación puritana de la historia; pero sencillamente no coincide con el relato Biblico. Esta idea de la lujuria como “pecado original” está fue asumida por el hecho de que la mujer es tentada primero; y que luego procede a tentar a Adam. Y en que ambos terminan sintiéndose avergonzados de estar desnudos después de probarlo.
Bueno, este simplemente no puede ser el caso, ya que Dios mismo los puso a ambos desnudos en el paraíso y les dijo: “Crezcan y multiplíquense”. La única forma en que los humanos pueden hacer eso es la “multiplicación” es a través de la actividad sexual. Y ellos solo se dan cuenta de que están desnudos y sienten vergüenza luego de haber comido el fruto, es decir después de haber desobedecido a Dios (haber pecado).
Entonces, la actividad sexual no podía ser “el pecado original” ya que la sexualidad era no solo un permiso sino un mandato de Dios. El “pecado original” en cambio es creerse uno mismo Dios y la creencia resultante de este narcisismo extremo: Que nuestro propio Ego debe ser objeto de adoración.
El narcisista maligno y su relación con el Padre y la ley
El narcisismo opositor es el sello distintivo de la personalidad narcisista maligna. En él vemos la resistencia a aceptar la ley del Padre y de la sociedad. Ser egocéntrico, opuesto a la ley, a la moral, a la decencia – y al Padre – es la característica narcisista maligna. Todo líder destructivo egomaníaco de la historia de la humanidad ha sido un narcisista maligno. De Atila a Cesar, de Hitler a Mussolini, de Stalin a Mao….al lider Northcoreano. Y la lista es mucho más larga, hasta llegar en el siglo XXI al actual presidente de los EEUU.
Este tipo de narcisista maligno quiere ocupar el lugar del Padre Supremo. Pero es el padre primitivo de la horda descrito por Freud: el Urvater. El padre irrestricto que puede tener acceso a todas las mujeres y mandar a su antojo sin ningún límite o ley por encima de él. El Urvater es entonces el Fuhrer Supremo.
Las dos formas de vida
Según la Biblia, hay dos formas en las que una persona puede vivir su vida. O uno lleva una vida narcisista egocéntrica complaciendo solo a su Ego y a sus deseos personales o uno elige llevar una vida centrada en Dios,. En esta ultima, la que la Voluntad de Dios es lo primero y uno se somete a la ley de Dios y de la sociedad domando y limitando su propio Ego.
En la vida centrada en Dios, se tienen en cuenta los deseos del individuo, pero ellos están limitados por los mandamientos de las leyes de Dios. En la vida centrada en Dios, los humanos tienen libertad; pero no es libertad ilimitada para hacer lo que se les antoja. Es la libertad de hacer lo correcto. Este es el tipo de libertad que describe San Pablo en el Nuevo Testamento.
La conexión entre los vampiros, el diablo y los narcisistas malignos
Drácula se describe en la novela de Stoker como “una encarnación del diablo.” El Conde es tan malvado como el diablo mismo y completamente egocéntrico. No respeta nada y disfruta profanando todo lo que es puro y santo. Y lo que es peor, no se detiene ante nada para complacerse a sí mismo.
Drácula no puede pensar en otra cosa que no sea satisfacer y saciar sus ansias de sangre. Pero es importante darse cuenta del hecho de que el vampiro se reproduce mordiendo a sus víctimas y matandolas. Lo hace–no solo para seguir existiendo indefinidamente–lograr la vida eterna terrenal a costa de otros–sino también para formar una legión de seguidores.
Estos “conversos” a la vida vampírica están destinados a establecer sobre la tierra un “Reino” del mal. Esta es una diabolica inversión de la historia de Cristo que vino a la tierra para convertirnos y luego establecer “el Reino de Dios y su justicia” sobre la tierra; con la diferencia que el vampiro no recluta sus discípulos predicando el amor mutuo, sino que crea seguidores matándolos despiadadamente. Y luego estos vampiros tienen que seguir sus mandatos inexorablemente. Estos vampiros recién creados son subditos subordinados a él como a un emperador; y por eso también deben adorarlo.
Drácula,al igual que Lucifer, y los narcissistas malignos, no tiene ninguna ley por encima de él. Él dicta su propia ley pervertida a todos los demás. Y la ley que dicta es la de su propio capricho, que es el sello distintivo de la relación narcisista maligna con la ley.
Desde una perspectiva freudiana, Drácula es un representante del puro instinto, una bestia feroz sedienta de sangre. El representa lo peor de lo instivo en el hombre. Por lo tanto, no puede ser otra cosa que egoísta, agresivo, destructivo y lujurioso. Estos cuatro son los componentes básicos presentes en lo que he descrito en mi artículo anterior sobre este tema como la mezcla fatídica que produce lo que se denomina el “goce oscuro”del narcisista maligno, del demonio y del vampiro.
El goce maligno en el tema vampírico
Este “Goce” maligno surge del placer experimentado en la vía dolorosa de las emociones mezcladas (las pulsiones entrelazadas). Este goce extraño presente en las personalidades oscuras se deriva del entrelazamiento del impulso de vida y muerte; de ahí su poder. Este es el resultado del dolor-en-el-placer y el placer-en-el-dolor que observamos en ciertas perversiones sadomasoquistas. Es el placer de hacer sufrir y de gozar con el sufrimiento. Y su principal fuente es la tensión transgresora–o pulsion de muerte–que conduce a la aniquilación y la muerte.
El arquetipo de “Goce oscuro” sadico serían las pulsaciones de la excitación sexual en el coito, pero sin la descarga orgásmica. Una variante de esta forma de goce se experimenta subjetivamente como la experiencia agridulce que apunta al regreso a la muerte, a un estado de tensión cero, al estado de Nirvana. Y eso es exactamente lo que describen las víctimas del vampiro en novelas y filmes. Este es el goce lánguido que obtienen mientras el vampiro les drena sus fluidos vitales.
Para los vampiros, morder y drenar a sus víctimas no es solo la forma en que se alimentan, también es la forma de reproducirse. Es su vida sexual y su entera satisfacción pulsional. Y morder y matar es al mismo tiempo la forma en que satisfacen su instinto depredador en sus víctimas, todo al mismo tiempo. El ataque del vampiro es entonces una forma de violación perversa sadica: una mezcla fatal de sensualidad con agresión.
Que sacar de esta publicación
Ten cuidado: Este tipo de comportamientos “vampíricos” se ven con frecuencia en los narcisistas malignos y ellos estan por todos lados a tu alrededor. Puede ser tu pareja.
- Los narcisistas malignos comparten muchos rasgos descritos anteriormente en el personaje mitico del vampiro.
- Puede que estos narcisistas no les quiten la sangre a sus víctimas como los vampiros, pero seguramente les quitarán muchas otras cosas como el amor, la atención, el dinero, su pureza, sus recursos–e incluso sus vidas.
- Los narcisistas en general son “vampiros psíquicos”, que es otra forma de decir en un lenguaje sencillo que son ingentes “acaparadores de atención”.
- Los narcisistas se consideran a sí mismos “especiales” y por ende exigen ser obedecidos, admirados, y adorados sin ningun motivo valido.
- A los narcisistas no les preocupan en lo más mínimo los demás y su sufrimiento. Para ellos el fin siempre justifica los medios.
- El narcisista siempre es–y tiene–que ser el primero. El no puede perder nunca. Debe ganar aun haciendo trampa.
- Y, al igual que los vampiros, estos narcisistas malignos no sienten empatía alguna por sus víctimas.
- Sus aliados y amigos de ayer son traiciondos hoy sin el menor miramiento en cuanto dejan de ser convenientes para sus propios fines.
- Para ellos, las otras personas son solo objetos para ser usados para su propio placer y beneficio, nada mas que eso, aunque ellos simpre pretendan otra cosa fingiendo.
En el próximo artículo, continuaré examinando el atractivo del vampiro en el público joven y las transformaciones de este personaje en las últimas seis décadas. Si te gustó o te beneficiaste del contenido de este artículo, hacelo saber a los demás dándole un “me gusta”. Como siempre, no dudes en hacer una pregunta o en dejar un comentario. Si estás interesado/a en asuntos de salud mental y en formar parte de esta comunidad de lectores, puedes inscribirte en este blog de forma gratuita. Introduce tu dirección de correo electrónico a continuación después de presionar “me gusta”.
Espero verte en mi próxima publicación,
El Dr. T